¿Poros abiertos y visibles? Limpia y cierra tus poros con estos trucos
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Quienes tenemos piel grasa sabemos que la temporada de calor puede ser uno de nuestros peores enemigos, pues al producir más sebo de lo normal se dilatan fácilmente nuestros poros al grado de notarse a simple vista y aunque el uso de primer es capaz de disimularlos, también puedes aplicar 3 remedios naturales para limpiar y cerrar los poros dilatados de volada (luce una piel radiante).
Pulpa de tomate
Una mascarilla de tomate regula el PH natural de tu piel y facilita la eliminación de exceso de sebo. Sus propiedades antioxidantes y astringentes ayudan en el cierre del poro abierto y le dan un aclarado natural a tu piel.
¿Cómo utilizarla?
Corta un tomate fresco, retira las semillas y aplica la pulpa por todo el rostro. Deja actuar 10 minutos y enjuaga con agua tibia.
Baños de vapor
Este sin duda es el remedio casero más recomendado y sencillo para que tus poros abiertos se minimicen, pero no es magia, debes seguir al dedillo una serie de pasos:
- Previamente lava tu rostro para eliminar la suciedad.
- Hierve un cazo con agua, cuando esté en ebullición apaga el fuego y vierte el contenido a un recipiente que aguante el calor.
- Acerca tu cara al recipiente sin llegar al agua y coloca una toalla sobre tu cabeza.
- Aguanta unos 10 minutos bajo la toalla.
- Lávate la cara inmediatamente con agua fría.
Puedes añadir al agua algún extracto como el aceite de árbol de té que viene muy bien para combatir el acné.
Algo que debes tener en cuenta es que este tratamiento no es para realizarlo diariamente, ya que someterse al vapor de manera reiterada puede enrojecer tu piel. Lo ideal es que lo hagas una vez cada dos semanas aproximadamente.
El hielo
La aplicación de hielo en el rostro hace que la piel gane firmeza y como resultado los poros reducen notablemente su tamaño. Pero no debemos aplicar el hielo directamente en la cara, así sin pensar, debes comprender que el exceso de frío también quema y si no sigues estos pasos puedes sufrir consecuencias:
- Lava tu cara previamente, debe estar limpia para someterse al tratamiento.
- Coge un cubito de hielo del congelador y envuélvelo en un paño fino.
- Pasa el hielo por todo el rostro, pero no más de 30 segundos.
- Hazlo un par de veces a la semana justo después de salir de la ducha.
Ten muy en cuenta el primer paso, si no limpias tu cara previamente no eliminarás la suciedad puesto que el hielo lo único que hace es dar tensión a la piel.
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