Ni belleza ni inteligencia, esto te hace ser más atractiva

¿Cuántas veces has visto en la calle una pareja en la que el hombre se pasa de galán al grado de que opaca la belleza de su chica? Por decirlo de otra manera, reconoces que la mujer no es tan atractiva como su pareja, y por si fuera poco, notas que el hombre la trata como princesa.

Bien, queremos decirte que probablemente esto sea parte de lo que, la psicóloga Carol Dweck, ha explicado en un artículo, ella sostiene que es más importante la actitud que la inteligencia y partiendo de su opinión, también podemos decir que muchas veces, la belleza pasa a segundo termino.

Para la especialista, la actitud es más importante que la inteligencia para alcanzar el éxito ya que las personas:

1. Tienen mayor disposición para correr riesgos.

2. Se reponen mejor y más rápido a los fracasos.

3. Aprenden a dejar atrás lo que los frena para poder avanzar.

4. Son más apasionadas.

5. Actúan sin tanto miedo y ansiedad.

6. Se esfuerzan el doble.

7. Saben que puede haber fracasos pero no se derrotan.

8. Se adaptan mejor porque son más flexibles.

9. Trabajan en su estabilidad.

Aunque estas características proporcionadas por la especialista están enfocadas en el éxito y desarrollo laboral, nosotras creemos que también se pueden aterrizar en cuestiones de personalidad pues la actitud es lo que nos ayuda a percibir nuestras experiencias de determinada manera y es por lo que decidimos y actuamos en función de expectativas positivas de nuestra vida y de la de quienes nos rodean.

La belleza, es relativa, lo que para unos ojos puede ser completamente fabuloso, para otros puede ser común, pero una buena actitud te hace sentir bien por cómo eres interiormente y eso se proyecta más allá de tu apariencia, es un estilo de vida que ni la pijama puede ocultar.

Siéntete bien por como eres, sonríe a los que se te presente, no le des a los problemas mucho espacio en tu vida, concéntrate en encontrar soluciones, mueve tu energía positiva para atraer más cosas buenas en tu vida.

Sí, ser inteligente es importante, pero lo es más ser perseverante, optimista, arriesgada y honesta.

Sí, ser hermosa es genial, pero ser humilde, bondadosa, carismática y amable es una forma de belleza que tiene mejores frutos que sólo ser admirada.

Cultiva tu mente y tu corazón, sé tú, sé feliz y deja que esa actitud ganadora conquiste al mundo o a tu próximo galán.