¿Qué haz visto primero? eso dirá de tus puntos fuertes y débiles al hablar
Esta prueba de personalidad, nos ha llegado gracias a "Día por día me supero.com". Te sorprenderás sobre tus habilidades o posibles carencias al momento de expresar lo que sientes cuando le hablas a familiares amigos y a todo el que esté en tus cercanías.
Te invitamos a que le des un vistazo a la ilusión óptica que aparece antes del primer párrafo y que te digas a ti mismo qué fue lo que viste primero.
Manos azules
Si lo que llamó primero tu interés y atención fueron las manos azules eso revela que tu forma de comunicarte es directa. No te cuesta en lo absoluto decir con facilidad qué es lo que quieres, piensas, necesitas o sientes. Eres un caso especial porque por lo general la mayoría de la gente necesita mucho más tiempo del que tú precisas para poner en orden sus ideas y darlas a conocer, de manera que puedes sentirte orgulloso de tus destrezas lingüísticas.
No obstante, tu fortaleza se puede convertir en una debilidad, ya que como te acabamos de decir no todo mundo tiene esa facilidad de expresión, o bien tu franqueza o prontitud al hablar sin filtrar antes lo que vas a decir, puede herir los sentimientos ajenos, así que puedes irte si así lo deseas con más calma o precaución.
Manos amarillas
Tú eres el tipo de persona que piensa antes de hablar, te tomas tu tiempo para hallar las palabras que mejor comuniquen las ideas que tienes en mente, para que sean las que mejor encajen con tus sentimientos, pero te sucede que no siempre lo que expresas está en armonía exacta con lo que sientes. Aunque es bueno que reflexiones antes de hablar recuerda también que hay silencios que hablan, estas pausas también dan lugar a interpretaciones.
Ambas manos(azul y amarilla)
Eso tiene un significado en el ámbito de la comunicación y es que en tu caso tú no eres de estar dándole vueltas a las ideas antes de hablar, te das un parecido en la forma de comunicarte a quienes vieron primero las manos azules. Pero hay que decir de tu opinión que, por lo regular resulta interesante y la compartes a quemarropa, es decir, no bien se forma en tu cabeza cuando ya la disparas al exterior. Eso hace de ti un interlocutor fascinante, así también inteligente e irónico ¡Qué mezcla! Pero que pienses un poco antes de hablar puede serte de provecho en un futuro al punto de hasta librarte de problemas.
Comentarios
Publicar un comentario